La madera es un material natural, que crece con la energía solar, y por tanto fácil de fabricar con bajas emisiones de carbono.
Existe desde siempre, y la hemos utilizado en construcción durante siglos.
Sin embargo, a finales del siglo XIX, la irrupción del hormigón armado, supuso una revolución tecnológica en la industria de la construcción, superando ampliamente las prestaciones estructurales de la madera, que sometida a una gran fuerza direccional a lo largo de su fibra, pone en evidencia su inestabilidad (sobre todo comparada con el hormigón armado)
Para más INRI, hace 40/50 años, la crisis ambiental, puso el foco en la deforestación (más que en la huella de carbono) y el uso de la madera y sus derivados, fueron demonizados.
Una mayor comprensión de la crisis climática, y un mejor enfoque de los causas que la producen, ha hecho cambiar la popularidad de la madera, y esto ha coincidido con una creciente industria maderera centrada en una reforestación sostenible y responsable
El nacimiento del sistema constructivo CLT (por sus siglas en inglés Cross Laminated Timber) que en español se podría traducir como contralaminado de madera, y que consiste sencillamente en pegar varias capas de madera, disponiendo las fibras de estos paneles de forma cruzada, ha dado a la madera la rigidez de la que carecía, y el sistema CLT, se convirtió en el material más idóneo para proyectos de construcción sostenibles.
¿Qué significa esto para la industria de la construcción?
Podríamos decir que nos aporta todas las ventajas necesarias para enfrentar los desafíos del siglo que nos toca vivir:
¿Qué más se le puede pedir a un material?
En estos casi 10 años, se han construidos interesantes obras de arquitectura con CLT , pero dejando de lado la arquitectura icónica, y concentrándonos en los edificios silencios, de acompañamiento, que hacen el telón de fondo de nuestras ciudades, y son ni más ni menos que nuestros hogares y oficinas, hoy respondemos preguntas de la arquitectura doméstica:
El contra laminado de madera, puede ser utilizado en la mayor parte de los elementos constructivos que definen la estructura y el cerramiento de una casa: paredes, forjados, cubiertas, escaleras.
Paredes en general. Tanto si son exteriores, medianeras o interiores, alcanzando hasta 14 metros de altura continuos (3 plantas) y posibilidades de superponer otros elementos encima, si el proyecto supera dicha altura.
Forjados de entreplantas y cubiertas, con gran versatilidad, por su capacidad de cubrir grandes luces evitando el uso de pilares.
Los puntos más destacados frente a otros sistemas constructivos van desde sus ventajas por excelentes prestaciones técnicas, pasando por el impacto ambiental y repercutiendo en el ahorro económico.
Hacemos un repaso de algunos de los beneficios
Gracias a la precisión y facilidad del manejo de las placas, el tiempo estimado para el montaje de una vivienda de 200 m2 sería de 10/12 días. El trabajo de fabricación en taller es de 2 meses, que se suele realizar simultáneamente a la ejecución de la cimentación in situ.
Dada la extraordinaria resistencia del panel contralaminado no es necesario el uso de elementos de refuerzo como pueden ser pilares y jácenas, que a menudo suponen puentes térmicos u obstáculos innecesarios
Un panel de 12 cm. de espesor, es capaz de cubrir vanos de 4 metros con una carga de 400 kg/m2. Esta pieza tiene un peso de 60 kg/m2. En cifras globales supone que una estructura de 200 m2 construido tiene un peso aproximado de 17 toneladas. Esta misma estructura ejecutada en hormigón tendría un peso de 85 toneladas, sin llegar a resistir las cargas mencionadas anteriormente. Esta característica reduce considerablemente los costes de cimentación, permite construir grandes voladizos y espacios diáfanos, exentos de pilares y vigas, y junto con la flexibilidad mejora el comportamiento ante sismos.
Esta alta eficacia estática (gran capacidad de carga con un peso propio muy bajo), permite construir grandes voladizos y espacios diáfanos, exentos de pilares y vigas.
Esta “ligereza” reduce las exigencias de la cimentación en la edificación, reduciendo los costes finales de este capítulo.
Ningún material utilizado para la realización de estructuras, resulta tan aislante como el panel contralaminado, su coeficiente de trasmisión es de 0,13 W/mºC (12 veces más aislante que una estructura de hormigón).
A nivel acústico, la composición porosa de la madera y su densidad, permiten absorber las ondas del sonido, impidiendo que éstas, atraviesen el material.
Ausencia de agua durante la construcción, reducida conductividad térmica, y alta higroscopicidad, dan como resultado ambientes sanos y confortables.
En la construcción tradicional, se emplean miles de litros de agua, que se evaporan durante los primeros años de vida del edificio, esto supone mayor consumo de calefacción y un porcentaje de humedad interior inapropiado para los usuarios. Con una estructura de panel contralaminado, el porcentaje de humedad de las piezas esta garantizado en un máximo del 14%, consiguiendo interiores saludables y confortables.
Además, los paneles CLT cuentan una reducida conductividad térmica comportándose de forma similar a un material aislante, pero con la ventaja de disponer de una densidad mucho mayor lo que les otorga mayor inercia térmica que permite de forma eficaz asegurar el confort ambiental en el interior de una construcción, tanto en verano como en invierno.
La madera es un material naturalmente higroscópico que tiene la capacidad de regular la humedad ambiental.
Cuando la humedad relativa de un ambiente aumenta, los muros o forjados de madera absorben el vapor de agua que es emitido de nuevo cuando el aire está seco.
Esta cualidad inherente al material supone un sistema natural de control de la humedad que permite estabilizar el ambiente interior, favoreciendo la creación de espacios saludables.
También se ha comprobado, que al absorber el vapor elimina sustancias nocivas del aire, que quedan fijadas en la madera y no son de nuevo emitidas con la evaporación posterior.
Como reza el título de nuestro artículo, la madera es un material que crece con energía renovable. Los árboles almacenan CO2 en su proceso de fotosíntesis y aunque restemos las emisiones producidas durante su transformación y transporte, el resultado siempre es positivo.
A esto, se suma que es un material de bajo consumo energético en su fabricación, que reduce considerablemente las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con el hormigón o el acero,
Se reducen también la generación de residuos. Siendo un sistema de prefabricación en taller, el proceso se planifica con mayor rigor, optimizando el uso del material, y reduciendo la cantidad de mermas y desperdicios
Y aunque no pensemos en ello cuando estamos comenzando, es interesante comentar que al finalizar su vida útil, puede desmontarse fácilmente, y ser reutilizado, convirtiéndose en un sistema alineado con la economía circular, tan relevante en el escenario de crisis climática actual.
IMPORTANTE: la madera (material prima) debe proceder de explotaciones forestales con certificación cadena de custodia, que es un sello que certifica que la madera procede de bosques gestionados de manera sostenible, y ambientalmente responsables.
La resistencia al fuego en una estructura de madera consiste básicamente en conocer la sección resistente y la sección que se va a sacrificar en caso de incendio. El planteamiento general para una estructura de estas características, es que el espesor necesario para que cumpla estructuralmente con las cargas que va a soportar seria de 6 cm. En caso de que la estructura vaya a ir expuesta directamente al interior sin ningún revestimiento, se ha de tener en cuenta la velocidad de carbonización que es 0,67 mm/min.. Con estos datos podemos calcular que una estructura expuesta a fuego intenso perdería en 30 minutos el resultado de multiplicar la velocidad por el tiempo de exposición ( 30 minutos x 0,67 mm/min) 20,1 mm de sección sacrificada, esto facilita enormemente el cálculo de resistencia al fuego de una estructura de madera maciza, puesto que sobredimensionando espesores, se puede alcanzar tiempos prácticamente ilimitados de REI.
El panel este certificado con un porcentaje de humedad no superior al 14%, esto junto con una correcta ejecución supone una garantía frente a la posible presencia de hongos y xilófagos, puesto que al tratarse de madera seca resulta no nutritiva para agentes externos. Además, se aplica en las zonas de mayor riesgo un tratamiento biocida de amplio espectro para clase de riesgo 3, a modo de tratamiento preventivo con efecto fungicida e insecticida, según norma UNE-EN 927 1/2/3/4/5.
Y tan importante como todo lo dicho:
Hablando de costes, una estructura de panel CLT (totalmente montada) ronda los 450 €/m2 (+/- 10%), según tamaño y/o complejidad de la estructura. Tenemos que tener en cuenta que el CLT, además de ser estructura es también cerramiento e incorpora un aislamiento que impacta en el ahorro de otras partidas.
Carbon 12, es uno de los edificios más altos del mundo (18 plantas) construido con el sistema CLT. Y la empresa comparte en su web, el proceso de construcción y la experiencia de quienes han participado en él, augurando un futuro brillante, para este sistema libre de carbono.
Algunos de los esquemas que ilustran nuestro artículo, pertenecen a esta web.