Casa BORN es un pequeño apartamento de 50m2, al que su propietaria había decidido volver después de una larga ausencia.

La geometría original de la vivienda, una huella en forma de U con patas cortas y pequeñas, suponían un reto para dar respuesta a los requerimientos de su propietaria.

Para ella el mayor lujo residía en LA ESPACIALIDAD, basada en el orden, materializada desde un ejercicio de depuración que valora el vacío como una forma de riqueza espacial donde desenvolverse con más plenitud: así que organizamos el piso a partir de un gran espacio central, donde ocurriría toda la vida de la casa, compartimentando tan solo un cuarto de colada (ubicado en un apéndice que algún día fue una antigua terraza) y el dormitorio que ocuparía una de las patas de la U.

Con el fin de conseguir un espacio interior lo más amplio posible, resolvimos la cocina en línea, dotada de una gran capacidad de almacenaje (5 metros lineales), camuflando la puerta del cuarto de colada como si fuera parte del mismo mueble, y practicando dos grandes huecos en su desarrollo: uno apaisado (donde se resuelve el plano de trabajo: fregadero, placa cocción) y otro vertical (enmarcando la ventana orientada al patio interior).

Para el diseño del mueble elegimos el blanco inmaculado y revestimos los dos grandes huecos en gris topo muy urbano, apropiado para este pequeño refugio situado en el corazón de Barcelona.

Potenciamos la unidad espacial, unificando el suelo con una tarima de madera y pintando las paredes en blanco roto.

La posición del cuarto de baño, permite un doble funcionamiento: como aseo de cortesía, y como cuarto de baño en suite.

La ducha, forma parte del vestidor, y pivota entre el dormitorio y el toilette, y recibe toda la luz del día al separarse de la habitación principal con una puerta corredera de cristal.

Casa BORN resulta ahora mucho más luminosa y fluida, favoreciendo las relaciones entre espacios, casi, sin necesidad de puertas.