Nuestro objetivo es crear edificios hermosos y energéticamente eficientes, generando espacios que promuevan la salud física y emocional de quienes los ocupan. Como proclama Anna Heringer, “la arquitectura es una herramienta para mejorar vidas” y en esto ponemos nuestro máximo empeño
Proceso basado en el diálogo
Escuchar al usuario es el primer paso para garantizar buenas soluciones con un alto grado de usabilidad. Y no se trata de un cuestionario para definir un programa funcional con sus superficies. Nuestra inquietud va mucho más allá. Queremos garantizar que el edificio y los espacios diseñados, responderán a los deseos y necesidades más insondables de sus moradores.
Nuestra hoja de ruta
Cada proyecto es único, por lo que no existen reglas estrictas a la hora de abordar su diseño. Sin embargo, siempre seguimos unos principios que recogen criterios de la arquitectura bioclimática, la neuroarquitectura y la bioconstrucción, y que se han convertido en nuestra hoja de ruta.
Herramientas analíticas
Los bocetos conceptuales que desarrollamos al principio del proceso nos ayudan a enfocar la dirección del diseño y explorar una gran variedad de oportunidades para presentar ideas rápidamente al cliente.
Tecnologías digitales
Una imagen renderizada en 3d nos da (a nosotros y al cliente) una buena idea de la sensación de un espacio. Ayuda a resolver detalles del diseño y comenzar a plantear un moodboard de materiales.
Lugar y contexto
Creemos que la arquitectura debe ser instruida por la singularidad de su entorno, de tal manera que el edificio descanse en el lugar y el lugar resalte el edificio.